Las cosas de antes duraban más y eso era lo que molaba, la heladera, el auto, tu pareja y la chaqueta. Como tu abuela que ha logrado darle su jersey a tu madre que seguro que tienes en el closet. Ahora parece que cada vez que coges una prenda especial temes por su fecha de defunción. Y sabes que va a llegar. ¿Cómo es posible? La forma en que consumimos ha ido ascenso y sin precedentes y se lo debemos, en parte, a la velocidad en que han logrado poner un tope de media de vida a las cosas. La ropa de segunda mano nos trae a modo de utilidad dos motivos principales para usar: calidad y sostenibilidad.

¿Sabías que las veces que se usa la ropa han decrecido en un 36%? La ropa desechada, que podría usarse aún, se traduce en 460 mil millones de dólares perdidos. ¡Hay prendas que se usan únicamente de 7 a 10 veces y se tiran! Por eso, la venta de ropa de segunda mano es una medida de transición. Es un buen recurso, ya que tenemos muchísima ropa que no nos ponemos en los armarios y hay que darle una salida. Pero cualquier solución de sostenibilidad para el futuro implica que tengamos en cuenta que el planeta tiene límites.

Cuando se habla de ropa usada, tenemos dos géneros: la ropa de segunda mano y lo denominado vintage. Para ambos casos existen diversas pautas en relación a su consumo. Atenderemos a las diferencias a continuación.

La calidad es uno de los principales motivos y más atractivos por los que podemos hablar de este consumo. Los materiales empleados y muchas veces los diseños de marcas que son consideradas de lujo atraen a muchas personas a ir en busca de un pantalón de traje de Hugo Boss o un pañuelo de Chanel del 84. Para el caso de la ropa de segunda mano, el precio y la sostenibilidad son dos puntos claves.
Si bien es verdad que las marcas masivas han logrado reducir el coste de una prenda y la ropa vintage suele ser un poco más cara, la realidad es que estáis adquiriendo una pieza de diseño que perdurará posiblemente más que tu sudadera que encontrasteis por tres euros en Primark. Sobre todo comprender que hay modas que durarán décadas, como el caso de pillarte unos jeans de Levi`s 501 con un abrigo de borrego. (Podemos permitirnos este pequeño detalle al hablar de ropa fabricada años atrás, nosotros aconsejamos que si adquieres ropa nueva evites que tenga elementos de origen animal).

Para el caso de cualquier prenda de segunda mano simplemente (y no es poco) ayudas al medioambiente dándole una segunda oportunidad a una pieza de ropa.

El precio en este tipo de establecimientos lo suele fijar un profesional que se mide según la exclusividad de la prenda, el material, la década en la que se hizo, la marca y el estado actual.

¿Cómo comenzar?

Lo cierto es que la experiencia de ir a pillar prendas de ropa de segunda mano no es muy gratificante si no sabes bien por dónde empezar a buscar. Hay ciertos truquillos que debes atender antes de liarte perdiendo el tiempo en tiendas que no tienen lo que estás buscando.

Primero debes entender que hay dos tipos de tiendas de ropa: las de bodegón que reciben ropa sin selección alguna y las tiendas que están curadas (vintage). En ambos casos puedes conseguir prendas chulísimas, pero las dinámicas son distintas.

Para el caso de la ropa de bodegón debes tener en cuenta que puedes estar rodeada de 60 kilos de ropa y solamente encontrar una pieza que sea adecuada. Por eso, no te preocupes, es importante que sepas que es parte de la vida de cualquier buscador de reliquias. Debes tener en cuenta también que muchas veces en bodegones puedes encontrar piezas vintage de colección que estén coladas.
Mucha de esa ropa proviene de donaciones o familias que se deshacen de closets completos y no han seleccionado o mirado lo que hay dentro. Eso es una de las ventajas de ser habitué en esos espacios.

Es una forma de consumo responsable

Fun fact: durante el 2020 se han disparado las ventas de segunda mano, ThredUP lo nombró como un mes récord para las visitas de la página y según su reporte “los consumidores buscan gangas desde casa, las segundas en línea crecerán un 69% entre 2019 y 2021, mientras que se prevé que el sector minorista en general disminuirá un 15%” .

Beneficios

Al hablar de beneficios no podemos dejar de lado el hecho de que los consumidores que apuestan por lo reciclado están contribuyendo a disminuir la huella de carbono y los gases de efecto invernadero. Según estudios realizados, el reutilizar prendas reduce un 90% el uso de recursos naturales y energía que requiere una prenda nueva. Piensa en una prenda nueva y sus proceso de producción: si la prenda está hecha de fibras naturales, como el algodón, la tierra, el agua y pesticidas utilizados para el cultivo, estaremos contribuyendo a la devastación de la naturaleza. Por otro lado, la fibra animal como la lana o la seda contribuye a la liberación de metano a la atmósfera y también al maltrato animal. Si el artículo está hecho con fibras artificiales, como el poliéster, la producción requiere agua y energía, pero también carbón y gasolina, lo que hace que esta ropa sea insostenible. Para el caso de textiles, este proceso aunque no lo creas, es el que genera tanta contaminación al medio ambiente. Las fibras artificiales necesitan de químicos sumamente tóxicos para el proceso y toneladas de agua donde deben diluir los colorantes. Quizás este motivo es uno de los que más te convenzan si eres eco friendly como nosotros, ¿no?

También optar por ropa de segunda logras una exclusividad en tus prendas así como también un estilo único dotado solamente de tu capacidad de curaduría estética, pues son prendas únicas, cargadas de historia y en ocasiones hasta personalizadas.

El uso de prendas de segunda mano, alarga el ciclo de uso de las prendas así como evitar que terminen en el vertedero aportando a la contaminación.

Otro punto favorable es que no sólo ayudas al planeta sino a tu bolsillo. Como hemos dicho, reciclar ropa promueve una economía sostenible, así como utilizarás prendas que probablemente te duren más que las nuevas, a un precio accesible.

Promueve la economía circular ya que al darle una segunda oportunidad, éstas vuelven a entrar al mercado, generando desarrollo económico.
Por último y no menos importante sobre todo en este contexto, fomentas el crecimiento de tiendas locales. Este aspecto es importante de resaltar ya que este tipo de tiendas están creadas por verdaderos gurús de la moda y amantes de la calidad que quieren transmitir su pasión a otros como tú.
Por estos motivos estarás no sólo declarando tu estilo si no tu posición frente a la crisis económica y ambiental.

Mitos

Muchos mitos giran en torno a la ropa de segunda mano, algo que por suerte está cambiando gracias a la sostenibilidad.
Se habla de la poca calidad por su tiempo de uso, cuando en realidad es a la inversa. Antes en la producción y manufacturación de ropa se dedicaba mucho más tiempo y primaba la calidad por sobre la estética. Por razones económicas y sociales, nuestras abuelas cuando iban a comprar estaban buscando una prenda que les durará.

Consejos

Según el Boston Consulting Group para este año se estima que el valor del mercado será de 28 millones de euros.

Para determinar la durabilidad de una pieza tienes que tener en cuenta el tejido. Las fibras naturales son indicativas de calidad y que podrán mantenerse en buen estado con el tiempo, es por eso que es recomendable buscar piezas 100% de algodón, lino, seda, lana merino o cachemir.
Otro factor importante es el país de fabricación, así las prendas que se realizan en Italia o Francia suelen ser de calidad. Si estás buscando una pieza vintage en persona, siempre es buena idea mirar el interior, para ver cómo están terminadas las costuras, y comprobar si la prenda está hecha de una manera pulida y resistente.

El tema de comprar ropa vintage radica en si vale la pena o no el gasto. Tienes que pensar si su precio es razonable o se está sobrevalorando la prenda por el hecho de pertenecer a otra época. La composición, como hemos dicho, es importante; una prenda de lana 100% te durará mucho tiempo. Hay muchas firmas de lujo que son conocidas por ser buenas en ciertos productos, como por ejemplo un bolso baguette de Fendi. Mirar la prenda, su composición y su marca te determinará si el precio es justo o no. También es interesante reconocer este tipo de productos buscándolos en plataformas como eBay, Etsy, 1st Dibs, para observar precios y tener una idea de en cuánto cotizan las piezas que estáis buscando. Otro dato a tener en cuenta es que si una pieza de colección vuelve a la colección actual, la inversión vale la pena.

A diferencia de lo que podrías pensar, las tiendas online para este tipo de caso no resulta para nada mala opción. Con la actualización y calidad fotográfica, es fácil ver los detalles del producto y determinar el estado y calidad.
Si eres primerizo, una tienda de segunda puede resultar agobiante, por lo que la opción online podría ayudar en las primeras búsquedas. Las tiendas físicas suelen ser un caos de gente experimentada y a su vez, el contexto hace que resulte más engorroso ir a una. Poder buscar en catálogos online por pieza, marca, color, y materiales.

Antes de medir o comprar una prenda de segunda mano detente a revisar las costuras internas de la pieza. Revisa que la costura de los costados y del final de la pieza estén terminadas de forma correcta, que no tengan hilos sueltos. Revisa que el ruedo (bastilla) esté hecho a máquina y planchado. Además revisa que los botones estén completos y bien cosidos. Si trae alguna aplicación o detalle adicional que esté bien sujeto.
En caso de que la pieza tenga alguna de estas partes en mal estado o sueltas y realmente te lo quieres llevar, decide si el precio es justo o habla con la encargada ya que tendrás que contemplar esas modificaciones en tu lavandería o con tu modista.

Recuerda que esta ropa es usada y puede tener alteraciones de corte y confección o puede estar teñida. Siempre revisa la calidad y la intensidad del color en la tela antes de decidir llevarte la pieza.

Puede ser que ya esté muy vieja y la tela se rompa en el primer uso o ya esté enmendada y vuelva a romperse. Igual puede ser una pieza teñida que se empieza a decolorar.

Aquí desde MG SHOPS estamos intentando aportar desde el sector por un planeta más sostenible y un consumo consciente. Por lo que estamos pensando en abrir un área de reventa de ropa, para que puedas encontrar tu estilo a un precio accesible y a través de un consumo responsable. Nos interesa la economía circular y también volver a viejos hábitos como la realización del trueque. Llevar a cabo la posibilidad de que entre consumidoras puedan intercambiarse piezas de su propio closet.

¿Qué opinas de este movimiento? ¿Te animarías a ir detrás de ropa de segunda mano? Déjanos en comentarios si te gustaría que en MG comencemos a darle una segunda oportunidad a la ropa.